Y aquí me encuentro, en el rio de la desesperación, sin tiempo, intentando escapar de la cruel verdad, pero ella es veloz y yo, remo más despacio de lo que pienso, dejándome engañar por mi mente, la cual me abandona lentamente, hundiendome en el más cruel de los pensamientos...
De repente despierto con los ojos llorosos y sin aliento, había tenido otra vez ese sueño el cual noche tras noche se repetía y aún no consigo entender.