Según la leyenda familiar, el abuelo de Ferguson salió a pie de Minsk, su ciudad natal, con cien rublos cosidos en el forro de la chaqueta, y pasando por Varsovia y Berlín viajó en dirección oeste hasta Hamburgo, donde sacó billete en un buque llamado The Empress of China, que cruzó el Atlántico entre agitadas tormentas invernales y entró en el puerto de Nueva York el primer día del siglo XX.
Donde habite el olvido,
en los vastos jardines sin aurora;
donde yo solo sea
memoria de una piedra sepultada entre ortigas
sobre la cual el viento escapa a sus insomnios
Luis Cernuda
Primero los colores.
Luego los humanos
Así es como acostumbro a ver las cosas.
O, al menos, así intento verlas.
Markus Zusak
En la naturaleza no era el orden natural sino el desorden lo que admiraba: el caos profundo de una noche estrellada o la frondosidad impenetrable del bosque.
Miguel Delibes
Los transeúntes se hacían los sordos. Nosotros seguíamos corriendo cogidos de la mano. Eran días de irresponsable plenitud, de felicidad imperceptible.
Eduardo Mendoza
La gravilla del camino de entrada producía un extraño rumor bajo las gomas de la furgoneta. Pequeñas piedras saltaban disparadas contra la carrocería.
Pero Anastasio no las oía. Oía tan sólo sus voces interiores y el latir gozoso y apresurado de su corazón.
Torcuato Luca de Tena
En un lugar de la mancha de cuyo nombre no quiero acordarme.
Miguel de Cervantes