Según la leyenda familiar, el abuelo de Ferguson salió a pie de Minsk, su ciudad natal, con cien rublos cosidos en el forro de la chaqueta, y pasando por Varsovia y Berlín viajó en dirección oeste hasta Hamburgo, donde sacó billete en un buque llamado The Empress of China, que cruzó el Atlántico entre agitadas tormentas invernales y entró en el puerto de Nueva York el primer día del siglo XX.
-¿Sabes?, será agradable. Yo también miraré las estrellas. Todas las estrellas serán pozos con una roldana enmohecida. Todas las estrellas me darán de beber...
Yo callaba.
Donde habite el olvido,
en los vastos jardines sin aurora;
donde yo solo sea
memoria de una piedra sepultada entre ortigas
sobre la cual el viento escapa a sus insomnios
Luis Cernuda
Primero los colores.
Luego los humanos
Así es como acostumbro a ver las cosas.
O, al menos, así intento verlas.
Markus Zusak
Los transeúntes se hacían los sordos. Nosotros seguíamos corriendo cogidos de la mano. Eran días de irresponsable plenitud, de felicidad imperceptible.
Eduardo Mendoza
Y es que cuando la estatua de la Libertad cierra los ojos, les pasa a los niños sin sueño de Brooklyn la antorcha de su vigilia. Pero esto no lo sabe nadie, es un secreto.
Carmen Martín Gaite