Te veo a la distancia con uno de los pocos sentidos que aun obedecen mis pensamientos, te veo resignado, cansado y sin fuerzas lo sé por que no tienes tu arma puesta, aquella sonrisa con la cual has batallando mil veces y has salido vencedor.
Estas agobiado por que tu querer no es correspondido, estas cansado de no sentir tus extremidades estas cansado de no escuchar la vos que te aliviaba; Observo que tu vanidad se desvanece, observo un guerrero que se ha arrodillado ante la enfermedad.
-Egoísta! - te grito sin cesar pero mis palabras son tan mudas como tus piernas.
Observo que tus alas estan recogidas y me asombra pues con ellas sobrevolabas los problemas mas grandes.