En la naturaleza no era el orden natural sino el desorden lo que admiraba: el caos profundo de una noche estrellada o la frondosidad impenetrable del bosque.
Miguel Delibes
He visto ponerse el sol y ponerse la luna sobre el mismo risco enfrentado a las olas. Mañana me iré y lo que fui, lo que hice, quedará enterrado en estas páginas al arbitrio del mundo.
José Luis Rodríguez del Corral
Los transeúntes se hacían los sordos. Nosotros seguíamos corriendo cogidos de la mano. Eran días de irresponsable plenitud, de felicidad imperceptible.
Eduardo Mendoza
La gravilla del camino de entrada producía un extraño rumor bajo las gomas de la furgoneta. Pequeñas piedras saltaban disparadas contra la carrocería.
Pero Anastasio no las oía. Oía tan sólo sus voces interiores y el latir gozoso y apresurado de su corazón.
Torcuato Luca de Tena