Incrédulos, poco amables,escuchar habladurías mis días eran un odioso fastidio.Me alejé de todo pensando sólo en mi enfermedad. Ellos en secreto y yo sin sospechar nada, con rifas y colectas juntaron el dinero para mi operación. Cuando mi jefa me dijo todo, mi rostro quedó sin expresión, sólo podía sentir mis manos, mis ojos humedecer.Me escondí tratando de entender que pasaba, si me preguntaran si los milagros existen yo digo sí, estoy sana gracias a ellos, esta enfermedad no sólo cambió mi cuerpo también mi mente y tolerancia, creo que en todos hubo un cambio.